Tratamiento de la ansiedad

Las personas a menudo podemos mostrar preocupación, inquietud o intranquilidad sobre aspectos de la vida cotidiana o sobre el futuro. Es una forma de estar atentos a lo que nos está pasando en el presente para prever qué puede pasar en el futuro más inmediato.

Pero, cuando estas sensaciones son constantes y excesivas, acaban por desviar tu atención del momento presente y empiezas a percibirlo de forma sesgada: te centras en aquellas cosas que pueden ir mal, buscas formas de evitar el daño previsto,… pero a la vez predomina el pensamiento que te dice que no tienes capacidad para gestionarlo.

Esto provoca que acabes por tener la sensación que no puedes encontrar una solución a las situaciones cotidianas: relaciones personales, toma de decisiones, gestión de los conflictos o logro de objetivos personales, como ejemplos de las principales consecuencias.

Así, este malestar y pensamientos constantes, pueden acabar por perjudicar tu día a día por producirse un empeoramiento de tu capacidad de atención, disminución de tu autoestima y aumento de tu inseguridad, dificultando que puedas desarrollarte cómo tú querrías.

• Preocupaciones repetitivas y recurrentes sobre el mismo tema, sin encontrar una solución
• Pensamientos negativos sobre ti mismo y tus capacidades
• Sensación de estar en alerta constante o pensar que pueda ocurrir un peligro en cualquier momento
• Sensación de no poder controlar o decidir sobre situaciones presentes o futuras
• Reproches constantes sobre hechos pasados que no permiten decidir en el presente
• Dificultad para concentrarte y tomar decisiones
• No puedes dejar de pensar en un tema concreto o de preguntarte y darte las mismas respuestas
• Irritabilidad
• Problemas para coger el sueño o mantenerlo
• Malestar físico expresado en problemas gastrointestinales, sensación de debilidad física, respiración acelerada, sudoración, aceleración del ritmo cardíaco o mareos, como respuestas principales

La ansiedad se puede producir por un único acontecimiento relevante o por una acumulación de situaciones. Algunas de las causas principales son:

• Dificultades en las relaciones personales: pareja, familiares, de amistad o laborales
• Infravalorar tus capacidades o aptitudes
• Destacar tus dificultades o limitaciones
• Sobrecarga en el cuidado o tareas de la vida diaria
• Evitación de los conflictos
• Asumir responsabilidades en exceso
• Situación de estrés prolongada en el tiempo
• Dificultados para identificar y poner límites en las relaciones
• A causa de una enfermedad física, como puede ser el dolor crónico
• Pérdida repentina

Las consecuencias de la ansiedad son múltiples, pero una de las principales y más relevante es la capacidad que tiene para captar tu atención. Esto provoca que no estés conectado con el presente, con lo que realmente está pasando a tu alrededor, estando más pendiente de los escenarios negativos que elaboras en tu mente.

Hay dos reacciones muy habituales y que no promueven la resolución efectiva de la ansiedad. La primera es evitarla distrayéndote, dejando de pensar en ella, haciendo otra cosa…, La segunda, es quedarte en la rueda de pensamientos que la sostienen. Escojas una opción u otra, la ansiedad todavía estará presente y es posible que cada vez coja más intensidad y protagonismo en tu día a día.

Por eso es importante encontrar la causa de la ansiedad, a la vez que comprendes su funcionamiento para poderla gestionar hasta el punto que deje de ser protagonista de tu vida.

El enfoque cognitivo – conductual es considerado uno de los más efectivos en el tratamiento de la ansiedad. Este tipo de terapia consiste en atender al contenido y tipo de pensamientos y como estos influyen en tu conducta (en lo que piensas sobre ti mismo, en cómo te hace sentir y qué haces en consecuencia).

En el tratamiento de la ansiedad es esencial identificar y comprender los pensamientos que contribuyen a tu malestar para poderlos modificar y lograr una mejora en tu bienestar.

Está claro que la intervención no es tan sencilla como cambiar los pensamientos, sino que se acompaña con la intervención desde un enfoque humanista para comprender los motivos por los cuales la ansiedad se ha podido instalar y desarrollar. De este modo, podremos hacer una reconstrucción de la forma como procesas los pensamientos, que influirá en cómo te sientes y en tu conducta para conseguir el bienestar que buscas.

Para tratar la ansiedad, busca la ayuda de un profesional de la psicología que esté colegiado el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya.

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