Tratamiento del duelo

El duelo se inicia cuando se produce una pérdida o un cambio relevante en nuestras vidas. Por ello, un proceso de duelo se puede dar por la muerte de alguien querido o por finalizar una relación de pareja, dejar tu puesto de trabajo en el cual has estado durante años, por tomar una decisión determinante en tu vida, …

Debes tener claro que el duelo no es negativo, sino un proceso que hace de puente, en el cual puede haber dolor, culpa, melancolía, felicidad, frustración, rabia, alivio, miedo… Todas las emociones tienen cabida y la manera como se experimentan depende de cada persona. Por eso no se puede decir que el duelo sea una experiencia negativa o positiva, porque dependerá de la vivencia individual así como del contexto en el cual se da.

Es importante dedicar tiempo y no tener prisa para superar el duelo, así como no evitar contactar con el malestar y el dolor que puede producir la pérdida.

Se trata de que te permitas contactar con tus emociones, comprender su significado y gestionarlas para resolver el proceso en el cual te encuentras.

El duelo es un proceso por el cual es necesario transitar y que puede ser causado por múltiples situaciones. Por este motivo, los síntomas pueden ser diversos y pueden presentarse con mayor o menor intensidad o frecuencia en función de cada persona y contexto.

Es importante que, si estos síntomas o situaciones te generan malestar y no puedes gestionarlo, busques apoyo en tu entorno o ayuda profesional.

• Sentimientos: tristeza, rabia contra un mismo o hacia los demás, irritabilidad, culpa, ansiedad, cansancio, desconexión emocional…
• Pensamientos: no confiar en uno mismo, incredulidad, confusión, dificultades en la atención y la memoria, pensamientos intrusivos…
• Alteraciones perceptivas: sensación que la persona todavía está, que la puedes sentir…
• Malestar físico: pérdida de energía, sensación de falta de aire, molestias gastrointestinales, dificultades para coger o mantener el sueño…
• Dejar de hacer actividades de la vida cotidiana, evitar espacios o personas que te recuerdan la pérdida, aislamiento…

No siempre es necesario acudir a ayuda profesional para superar un proceso de duelo. A menudo las personas, solas o con el apoyo de su entorno más próximo, pueden completar el proceso e integrar la pérdida en sus vidas cotidianas para convivir con ella.

Pero también es muy común necesitar acompañamiento profesional para transitar por todo el proceso de duelo, especialmente cuando la persona se niega o hace intentos por no sentir, por no conectar con sus emociones y, por lo tanto, se produce cierta negación de la pérdida o de las consecuencias que esta tiene en un mismo.

Quedarse en este espacio de negación o de no querer afrontar el dolor, implica un aumento del malestar y, en consecuencia, que los indicadores que te he comentado anteriormente se vuelvan patológicos y se produzca un estancamiento.

El tratamiento del duelo se adaptará a cada persona en concreto y a la situación que ha llevado a iniciar un proceso de duelo.

Lo que se determinará, en primer lugar, es el momento del proceso en el cual se encuentra para ajustar el ritmo de la intervención. No es lo mismo empezar la terapia del duelo cuando todavía se está en una relación o la persona querida vive, que empezarla cuando se ha producido la ruptura de pareja o la persona ha fallecido.

Es posible que hayas sentido hablar sobre etapas del duelo o el tiempo para superar un duelo. Pueden servir para tener una idea de cómo será el proceso y el tiempo que necesitarás, pero no son ideas rígidas, sino que será tu situación, tu contexto y tu trabajo personal el que lo determinará.

Para recibir tratamiento del duelo, busca la ayuda de un profesional de la psicología que esté colegiado en el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya.

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