Baja autoestima

La autoestima es clave para tu bienestar. Se relaciona con la confianza que tienes en ti mismo, tu seguridad, tu capacidad para relacionarte con los demás, disfrutar de la vida, conseguir tus objetivos y desarrollar todas las dimensiones de tu personalidad.

Por este motivo, atender la autoestima es un aspecto clave. Y no solo en las relaciones personales o respecto a los objetivos que te plantees lograr. Tu autoestima se pone en juego en todos los ámbitos de tu vida, en todas las acciones que haces o dejas de hacer e influye en toda tu personalidad.

Se nutre de los sentimientos que experimentas sobre ti mismo, el concepto que tienes sobre tu propia valía y se basa en los pensamientos, sensaciones y experiencias que tienes sobre ti mismo. A la vez, atiende a tu propia imagen, el nivel de aceptación sobre ti mismo y el aprecio que te muestras.

Para saber si tienes baja autoestima, échale un vistazo a los siguientes listados, que corresponden a una persona con una autoestima alta o baja. Léelos bien y piensa en cuál de los dos te sientes más reconocido:

El primer listado:

• Evitas retos y situaciones nuevas
• Piensas que no puedes, que no sabes suficiente o que no eres suficientemente válida
• Te cuesta dar tu opinión a otras personas
• Te es difícil aceptar críticas u opiniones de los demás y las entiendes como ataques personales
• Experimentas sentimientos de culpa

Y, aquí, el segundo listado:

• Expresas tu opinión y no evitas saber la opinión de las otras personas sobre ti
• Aceptas y buscas retos sin miedo
• Pides ayuda a otras personas cuando crees que la necesitas
• Expresas tus emociones cuando lo crees necesario
• Identificas tus puntos fuertes y los pones en valor

Cuál es el listado en el que te has encontrado más identificado? El primero corresponde a un bajo nivel de autoestima y el segundo a un alto nivel de autoestima. Son solo algunas ideas, por el que es posible que mientras leías, te vinieran otras a la cabeza que también podrías situar en un listado u otro.

Una de las causas de la baja autoestima más comunes es basar tu valía personal en la opinión de los demás. Es decir, considerar que haces las cosas bien, que tienes un comportamiento adecuado, que eres una persona a quien pueden querer o apreciar…, en función de lo que los demás puedan pensar sobre ti o la imagen que tú crees que puedan tener.

Te puede gustar que te reconozcan realizar bien tu trabajo, que te halaguen, que te feliciten, que te quieran… pero no puedes basar tu autoestima solo en lo que recibes de los demás. El valor que tú mismo des a las cosas que haces, piensas o sientes, es lo que tendrá siempre mayor peso en tu autoestima y lo que determinará su nivel.

La baja autoestima hace que evites retos y situaciones nuevas en tu vida y te hace pensar que no puedes, que no sabes o que no eres suficientemente válido para hacer lo que te propones.

Una de las consecuencias más frecuentes y que más dificultan tu vida cotidiana y relaciones con las personas de tu entorno, es que te cueste dar tu opinión a otras personas y experimentes sentimientos de culpa, frustración o inferioridad de manera muy habitual.

Y, de forma muy estrechamente relacionada, es posible que se presenten síntomas de ansiedad o estrés en determinadas ocasiones.

Ten en cuenta que el autoconcepto, la autoconfianza y tu nivel de seguridad, son directamente proporcionales a tu nivel de autoestima: si no crees en tu valía, no te creerás capaz de tomar una decisión, iniciar nuevas relaciones ni confiarás en ti misma para conseguir aquello que te propones.

La autoestima no es algo que se tenga o no se tenga. Se trata de desarrollarla y lograr un nivel que te permita experimentar tranquilidad y calma. Según el nivel en el cual se encuentre tu autoestima, te sentirás más o menos capaz de hacer las cosas que te propones, enfrentarte a retos, gestionar conflictos o tomar decisiones que vayan a favor de tu bienestar.

Para desarrollar, mantener o saber cómo mejorar tu autoestima, son claves tres aspectos.

El primero es que dediques tiempo a conocerte a ti mismo. Esto quiere decir que identifiques y reconozcas tus capacidades, cualidades y debilidades. Para hacerlo, tienes que observarte a ti misma, revisar tu biografía (qué has logrado, como lo has hecho, cuál es tu historia de aprendizaje…,) y atender a tus sentimientos.

El segundo, es aceptarte: huye de la idea de perfección y acepta los aspectos que más y menos te gustan. Siempre se puede mejorar, pero debes tener claro los motivos que te llevan a plantearte un cambio y asegurarte que tengan que ver contigo, no con la presión del entorno. La regulación emocional en este aspecto será clave.

Y por último: respétate a ti mismo. Encuentra la coherencia entre tus propios valores y creencias, independientemente de lo que espere tu entorno de ti.

Haz valer tus propios límites, valores y creencias, de forma honesta, clara y firme. Si te respetas, podrás hacerte respetar en la relación con los demás. Ten una idea muy clara: tu autoestima, depende solo de ti, eres la única persona responsable de ella.

Para empezar a trabajar para mejorar tu autoestima, busca ayuda de un profesional de la psicología que esté colegiado en el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya.

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