Scroll to top
ca es

¿Salir de la zona de confort o de habitualidad?


Judith Gallego - 2023 - 0 comments



Estamos rodeados de multitud de mensajes que nos animan a salir de nuestra zona de confort. Se suele describir como una zona que no nos permite crecer, que nos limita y nos bloquea para conseguir lo que nos proponemos. Pero, ¿entonces por qué dicen que es de “confort”? En este artículo, le daremos una vuelta al concepto por saber si hay que salir de la zona de confort o de habitualidad.


¿Qué significa para ti confort? ¿Qué es para ti lo contrario al confort? ¿Cómo puedes conseguir tener más confort en tu vida?

 Zona d'habitualitat vs zona de confortSeguro que has oído hablar de la zona de confort. Y seguro que también tendrás una idea de cómo es la tuya: qué personas incluyes y cuales no, qué cosas te hacen sentir bien y qué no tanto, que quieres evitar, … Pero, ¿cuál es el motivo por el cual nos animan a salir de nuestra zona de confort?

Si realmente fuera una zona de confort, no deberíamos tener ningún motivo para querer salir de ella. Por definición, el confort es la ausencia de todo aquello que puede constituir una molestia o una incomodidad de cualquier tipo. Por lo tanto, si estamos en una “zona confortable”, se supone que no hay nada que nos moleste o incomode y, en consecuencia, no debería haber ningún motivo para plantearte o querer hacer ningún cambio.

Es por eso que encuentro más acertado referirnos en esta zona como zona de habitualidad: el confort no se da por supuesto y predispone a movilizarse para el cambio y la mejora personal.

Esta zona tiene muchas ventajas y muchas de las decisiones que tomamos a lo largo de la vida nos orientan a querer vivir en esta zona de habitualidad: nos aporta estabilidad, rutinas, saber como y cuando pasarán las cosas, nos hace sentir seguros, … Pero hay momentos en los cuales podemos sentir que no acabamos de tener aquello que queremos o bien, hacer las cosas como nos gustaría hacerlas.

 

¿Salir de la zona de confort o de habitualidad?

De este modo, cuando experimentamos confort en esta zona de habitualidad, podemos sentir felicidad cuando pensamos en el momento en que estamos o en lo que hemos conseguido. Pero, si no es así y experimentamos incomodidad, frustración o nos hacemos muchas preguntas por las cuales no encontramos respuestas, seguramente es hora de tomar decisiones para reencontrar o construir de nuevo tu confort y bienestar.

Estas sensaciones las puedes experimentar y ser más o menos consciente: puedes saber que te estás perdiendo hacer cosas nuevas, construir proyectos personales o laborales, vivir determinadas experiencias, … Pero no acabas de dar el paso para experimentar otras sensaciones más positivas.

Como ves, no se trata de salir de la zona. Se trata de encontrar aquello que puede aportar confort a tu vida, haciendo lo que tú creas necesario para conseguirlo.

Esto quiere decir que se trata de analizar qué bienestar te reporta la zona de habitualidad y de qué manera puedes potenciarlo para seguir creciendo. Es decir: dejar de experimentar los aspectos que están siendo negativos para tu bienestar e identificar y trabajar para incorporar los positivos.

Pero, ¿qué pasa que nos cuesta tanto dar el primer paso? ¿Cómo puede ser que podamos convivir con malestar, incertidumbre o frustración y que no encontramos aquello que nos haga tomar una determinación?

La estabilidad, uno de los principales valores que aporta la zona de habitualidad, es uno de los grandes obstáculos para el cambio. A menudo lo asociamos a la incertidumbre, a aquello que desconocemos e, incluso, al miedo, que nos puede llegar a paralizar o convencernos de que estamos mejor como estamos.

Esto que te diré ahora es curioso, pero pasa muchísimo: nos da más miedo atrevernos a conseguir lo que queremos en la vida que quedarnos con lo que no nos hace sentir como nosotros queremos. ¿Alguna vez te ha pasado? Y es que demasiado a menudo preferimos no luchar por los deseos o proyectos personales antes que cuestionar nuestra estabilidad. Y nos acabamos convirtiendo en espectadores de nuestra vida.

¿Cómo empezar a salir?

A todos nos es difícil dar pasos y cada cual, según su situación personal, puede tener más o menos facilidades o posibilidades para hacerlos. Por eso es importante tener un método, una manera de plantearte como encontrar el confort que buscas. Te propongo una manera de hacerlo. No es la única, pero puede ayudarte a hacerte una idea de por donde empezar.

Zona d'habitualitat vs zona de confort

El primer paso es analizar tu situación personal en relación con todas las áreas de tu vida. Por ejemplo, la técnica de la Rueda de la vida te plantea analizar tu nivel de bienestar actual y el que querrías tener en un futuro, respecto al área física, de crecimiento personal, familiar, económica, profesional, social, de ocio y de relaciones íntimas. Echa un vistazo al artículo para saber más sobre esta técnica.

Quizás tienes muy claro por donde querrías empezar, pero una decisión en una área de tu vida, puede afectar a otras: puedes decidir pedir el divorcio a tu pareja (área de relaciones íntimas), lo que repercutirá en el área familiar, de ocio, social y de crecimiento personal. Y si trabajáis juntos, compartís un negocio, … Afectará también a la profesional y económica.

Una vez has identificado de qué áreas no obtienes el bienestar y satisfacción que querrías, toca el segundo paso. En este, tendrás que decidir y planificar como cambiarás esta situación para obtener la satisfacción que esperas de cada área y de tu vida en general. Puedes plantearte objetivos grandes y hacer de pequeños siguiendo el Método Kaizen, por ejemplo.

Ten siempre presentes tus capacidades, conocimientos y los apoyos con los cuales cuentas: tus amigos, compañeros de trabajo, pareja, familiares,… Ellos no serán responsables de tus éxitos o de cómo te puedas sentir, pero sí que pueden echarte una mano en momentos determinados.

Y acompaña todo esto de constancia y determinación, será lo que te ayudará a mantener la motivación por no perder de vista tu objetivo.

Los días pasan volando y se hace difícil pararnos a atender todas aquellas ideas y emociones que nos intentan advertir que las cosas no son como realmente querríamos que fueran.

Dedicar tiempo a observar y pensar sobre las cosas que haces y como las haces, para saber si es lo que tú realmente quieres, te dará la oportunidad de empezar a movilizarte para conseguir lo que te propones: hacer que tu zona de habitualidad sea confortable.

Lo más importante, es no quedarte con la sensación que podrías hacer más de lo que estás haciendo o que podrías tener más de lo que tienes. No te conformes, porque este es el primer paso para dejar de disfrutar de las cosas que haces.


Passa a l’acció!


¿Cuáles son aquellas cosas que haces en tu zona de habitualidad que mejor te hacen sentir? ¿Y cuáles son las que te hacen sentir peor? ¿En qué áreas de tu vida afectan unas y otras? Proponte 5 cosas que podrías hacer para cambiar las que te hacen sentir peor y pon una fecha a cada una de ellas para empezar a hacer cambios


 

Related posts

Post a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *