Tus valores fundamentales son estructuras esenciales que guían tus decisiones. Tienen mucho que ver con las cosas de las cuales te crees o no capaz de hacer. Clarificando y alineando tus valores, es como podrás hacer las cosas que tú realmente quieres hacer y de la manera que mejor te haga sentir.
¿Cuáles son los valores que están presentes en tu vida? ¿En qué dirección estás viviendo? ¿De qué manera describirías su papel ala hora de conseguir lo que te propones?
Los valores son aquellas cualidades y virtudes que sirven de cimiento y explican nuestra manera de ser, de funcionar y relacionarnos con el entorno. Guían nuestras decisiones, la manera como nos posicionamos y que creemos que tenemos que buscar y obtener en la vida. También nos señalan aquello que no aceptamos, queremos evitar o luchar en contra para que deje de existir. Algunos de los valores más comunes, son la solidaridad, la justicia, el bienestar, …
Al igual que las creencias, los valores mantienen una estrecha relación con la manera como nos comportamos, nos sentimos y nos relacionamos con nuestro entorno.
Determinan el peso e importancia que damos a determinados aspectos de la vida porque dan contenido al concepto de familia, de amistad, de pareja, en relación al trabajo y la formación, el ocio, la salud, … Justamente por este motivo, cada persona tiene sus propios valores y los entiende de una manera muy particular. Tienen un significado único para cada cual.
La educación que hemos recibido, los vínculos afectivos con la familia y las amistades, el contexto cultural en que vivimos, … Determinan enormemente la elección y el significado de nuestros valores.
Tus valores fundamentales: identifícalos
Los valores quedan recogidos en lo que podemos denominar el sistema de valores. Pero ¿conoces cuáles son y la jerarquía que tienen dentro de este sistema?
Conocer tu jerarquía, te facilitará identificar y movilizar tu motivación interna, siempre que estén alineados. ¿Qué quiere decir esto? Pues que si tus valores son coherentes con tu manera de pensar, de hacer y de sentir, te facilitarán movilizarte para hacer las cosas que te propones, de manera que te haga experimentar mayor bienestar.
Alinear tus valores, significa que sean coherentes con tu manera de hacer y de ser. Que aquello que hagas tenga que ver contigo. Por ejemplo, tú puedes tener la creencia que es necesario encontrar un equilibrio entre la vida profesional y personal para tener bienestar. En este caso, el valor que se pone en juego aquí es el de la “conciliación de la vida personal y familiar”. A pesar de tener esta creencia y este valor, trabajas muchas horas y solo dispones de un rato del fin de semana para estar con tu familia como tú querrías hacerlo realmente.
En este caso, tu valor no está alineado con aquello que estás haciendo, porque no estás dedicando el tiempo que tú querrías al ámbito personal. Tu motivación interna quiere hacerlo, pero tu comportamiento no lo permite. Por lo tanto, tu valor está desalineado, no es coherente. Y el resultado es que experimentas malestar por esta situación.
Cuando actuamos según nuestros valores, nos movemos hacia aquello que deseamos y nos alejamos de aquello que queremos evitar que esté presente en nuestra vida. Esto implica acercarse o alejarse de situaciones, personas y oportunidades.
La inercia del día a día a menudo nos lleva a funcionar con piloto automático. Pero conocer tus valores fundamentales es importante porque señalan tus prioridades y la manera como quieres vivir tu vida.
Si los conoces, sabrás si tienen un significado para ti o simplemente los has hecho tuyos porque son los mismos que los de la mayoría de la gente. Y no solo me refiero a hacer tuyo el nombre del valor, sino su contenido.
Coherencia y flexibilidad respecto los valores personales
La justicia, la solidaridad, la libertad o la conciliación familiar y laboral, no tienen el mismo significado para dos personas y, por lo tanto, no actuarán del mismo modo.
Lo que debemos evitar es la rigidez y dar lugar a la flexibilidad para pensar sobre la manera como hacemos las cosas y afrontamos el día a día. Esto permite encontrar un equilibrio saludable entre aquello que quieres hacer, como lo quieres hacer y el motivo que te lleva a tomar la decisión de hacerlo.
Por ejemplo, un valor fundamental para ti puede ser la justicia. La puedes definir como el hecho de ser una persona que busca la equidad, no tener más que los otros, compartir lo que tienes con las personas que quieres, … Puedes vivir con la justicia como bandera, expresando a todo el mundo lo que piensas sobre las desigualdades, darlo todo por las personas que aprecias, …
Pero quizás no es muy sano, porque un comportamiento como este implica un nivel elevado de estrés por el estado de alerta constante en el que te hace vivir y, a la vez, dejas de atenderte a ti mismo.
Por este motivo, tus valores fundamentales tienen que ser una guía que te orienten en la vida, pero desde la flexibilidad y la capacidad para cuestionar si las cosas que haces son las que realmente quieres hacer. De aquí la importancia de conocer tus propios valores fundamentales, su jerarquía y de qué manera influyen en tu comportamiento y manera de pensar sobre tu propio entorno.
A través del sistema de valores que cada uno ha construido, es como damos significado y coherencia al mundo en que vivimos, a nuestras experiencias y expectativas sobre la vida y las relaciones.
Conocer tus valores fundamentales y comprender su significado en tu manera de ver el mundo, es lo que te permitirá poder dirigirte en tu día a día de la manera que tú quieres.
Si la manera como estás viviendo no te hace sentir como tú querrías, quizás es porque no estás funcionando según tus valores fundamentales.
¡Pasa a la acción!
Haz un listado con tus 5 valores fundamentales y pregúntate: ¿Cuál es el motivo por el que creo que este valor es fundamental para mí? Ahora, puntúalos de 1 a 5 (siendo 1 nada y 5 totalmente) según el grado en que se estén cumpliendo en este momento de tu vida y según tu grado de satisfacción. Cuando lo tengas, fíjate en esta segunda puntuación: piensa en la puntuación que te gustaría tener respecto a este valor y plantéate qué cosas tendrías que hacer diferente para conseguirlo.