El Método Kaizen para el desarrollo personal es empezar a hacer cosas para mejorar. Porque Kaizen significa cambio a mejor. Pero no es suficiente querer cambiar. Una vez has tomado la decisión para lograr lo que te propones, tienes que pensar en cómo lo harás. Evitar empezar las cosas por el final y ser demasiado ambicioso, facilita lograr el que te propones con menos desgaste personal y mayor satisfacción.
¿Quieres conseguir un objetivo, pero no sabes por donde empezar? ¿Crees que el motivo por el cual no consigues lo que te propones es por porque te propones hitos muy altos? ¿Qué pasaría si, en vez de querer dar un paso grande, te propusieras hacer de pequeños?
Estarás de acuerdo conmigo con que, cuando nos proponemos hacer cambios, lo que buscamos es una mejora, aumentar nuestro nivel de satisfacción en alguna área de la vida (cuando acabes este artículo, échale un vistazo al que te hablo sobre la Rueda de la Vida). Lo que te quiero decir es que no queremos ir a peor: queremos cambiar porque hay algo que sentimos que no acaba de funcionar o que podría funcionar mejor y tomamos la decisión de mejorar.
Una vez identificamos lo que queremos cambiar, si tomamos la determinación y no procrastinamos, nos ponemos manos a la obra. A menudo, sin pensar en cómo lo haremos, qué necesitamos para conseguirlo, con qué recursos y apoyos contamos, en qué plazo lo queremos conseguir, … Nos lanzamos a hacer sin haber planificado antes.
Por ejemplo: imagínate que te propones participar en un maratón. Haces algunas clases en el gimnasio, corres un par de veces a la semana y ya has participado en un par de carreras de 10 km, pero tienes ganas de probar con un maratón. En este caso, apuntarse es fácil: pagas la inscripción y esperas que llegue la fecha de la carrera. Pero, para poder completarla y disfrutarla, tendrás que hacer muchos pasos antes.
¿Qué te quiero decir con esto? Pues que a menudo nos planteamos objetivos muy ambiciosos, difíciles de conseguir y que no lograrlos, nos desanima. Esto puede provocar frustración, desaliento o creer a aquella vocecilla que nos dice que no somos capaces de hacer lo que nos proponemos. Pero el motivo de no conseguirlos no es la falta de capacidad: es que nos hemos saltado muchos pasos previos: hemos buscado la satisfacción inmediata, una recompensa rápida.
Las prisas no son buenas compañeras de viaje: detenerse para saber como quieres conseguir lo que te propones es tan importante como tomar la decisión de hacerlo.
Método Kaizen para el desarrollo personal
El Método Kaizen propone una manera alternativa y más efectiva de conseguir lo que te propones. La idea principal del método, es que te marques un objetivo, tan ambicioso como quieras. Una vez lo tengas, marcarás pequeños objetivos que te vayan acercando, de forma gradual y segura.
Estos pequeños objetivos, en realidad son pequeños cambios que harás y experimentarás durante el proceso. Será la suma de todos la que te llevará a grandes mejoras: a tu objetivo final. El Método Kaizen te permite poner el foco en aquello que haces, en la manera como lo haces y en el tiempo y energía que dedicas, para hacerlo de una mejor manera y más eficientemente.
Es muy posible que los cambios que experimentes sean menos visibles o destacados, pero esto no significa que sean menos importantes. En contrapartida, los cambios que vayas haciendo estarán hechos sobre una base más segura, más sólida y más estable, porque los habrás podido consolidar. Así es como podrás dar continuidad a lo que estás haciendo, de manera más consciente y tomando las decisiones más adecuadas.
Piensa que también es posible que al hacer pequeños pasos, por el camino te des cuenta de que el gran objetivo que te habías planteado no es el que realmente querías. O bien al contrario, que refuerces todavía más la idea del que realmente persigues.
Es frecuente que una vez nos decidamos a conseguir lo que queremos, los motivos o el cambio que imaginemos no tengan que ver con la idea inicial que teníamos. ¿Te ha pasado alguna vez? El Método Kaizen también te permite ajustar los objetivos y las expectativas en cada momento.
Por todo lo que te he explicado, con el Método Kaizen para el desarrollo personal, tendrás más sensación de control y esto tendrá efectos sobre tu motivación: tener resultados más inmediatos que dependen de ti, te reforzarán en lo que estás haciendo y te animarán a seguir tomando decisiones para mantener la mejora que has iniciado.
El Método Kaizen te mantiene en la acción
Movilizarte para hacer cambios graduales, que te permitan pararte a tomar decisiones de forma más consciente, a observar, a pensar, a aprender, a revisar, … Hará que los resultados sean más duraderos y se consoliden de manera mucho más natural. E incluso, que pasen a ser hábitos e incorpores nuevas maneras de hacer.
De nuevo, aumentará tu motivación porque todo el que genera beneficios, genera bienestar y esto te hará buscar más y más.
Por todo esto, también tendrás menos motivos para ponerte excusas para aplazar o atrasar. Evitarás procrastinar: lo hacemos cuando las tareas y objetivos presentan una dificultad elevada, no son agradables o están planteados a medio o largo plazo.
Un objetivo muy grande te puede bloquear en vez de animarte, hacer que dejes de creer en tus capacidades y no confiar en ti misma. Esto solo te llevará a pensar que tú no puedes hacer lo que te propones, cuando en realidad, lo que tendrías que hacer es cambiar la manera como lo intentas conseguir. Un cambio de mirada, puede abrirte un campo enorme de posibilidades.
El Método Kaizen te propone respetar tu propio ritmo y capacidades, potenciar tu motivación y hacer que disfrutes de los procesos que te llevan a crecer como tú quieres hacerlo.
Una vez has decidido salir de tu zona de habitualidad, hace falta que sepas como hacerlo y que quieres conseguir.
Prueba a plantearte pequeños objetivos por los cuales te sea difícil encontrar excusas para procrastinar o no hacerlos como te has propuesto. Así, te enfocarás en hacer aquello que te acerca a los resultados que tú esperas o bien, encontrar otros que pueden ser todavía mejores, potenciando y manteniendo tu motivación durante todo el camino.
¡Pasa a la acción!
Piensa en un objetivo que quieras conseguir. Ahora, haz un listado con aquello que necesitas para conseguirlo, señala lo que ya tienes y cuando lo quieres conseguir. Prueba ahora a plantearte objetivos pequeños, todos los que necesites, que te lleven a conseguir el gran objetivo. Ponles fecha y señala en cada uno de ellos que necesitarás (capacidades propias, apoyo otras personas, recursos materiales, …)
