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Deseo sexual: domínalo para disfrutar de tu sexualidad


Judith Gallego - 2021 - 0 comments


El deseo sexual no aparece de la nada. Preguntarte por cómo lo experimentas, es un paso importantísimo para comprender mejor tu sexualidad. El deseo sexual tiene mucho que ver con la búsqueda de conexión, de intimidad, de expresión del erotismo y la sensualidad. También con mostrar y sentir motivación para acercarte a quién deseas y a las prácticas que tú esperas. Tiene que ver con la actividad sexual en sí, pero no se reduce a esta.


¿Qué es para ti tener mucho o poco deseo sexual? ¿Lo que tú entiendes por bajo o alto deseo sexual, coincide con lo que entienden tus parejas sexuales? ¿De que depende que tu deseo sexual encuentre respuesta?

El deseo sexual es complejo. No se puede entender como un simple impulso instintivo, animal o irracional, reduciéndolo a una explicación puramente hormonal o física. Esta explicación deja fuera tu experiencia, cuando y hacia donde quieres orientar tu deseo sexual. Incluso qué deseas y tus motivaciones con relación a cómo quieres vivir tu sexualidad.

Es muy común relacionar o reducir la sexualidad a los aspectos físicos: activación hormonal, respuesta física, … Esto hace que se asuma que la sexualidad, el sexo y el deseo sexual, entre otros, escapa a nuestro control: asumir que son cosas que pasan de manera natural porque hay instintos o fuerzas físicas y químicas en nuestro cuerpo que lo provocan.

Está claro que la parte más física influye y juega un papel relevante, pero no es definitivo

Desig sexual: domina'l per gaudir de la teva sexualitatTres dimensiones del deseo sexual

El deseo sexual es uno de los elementos de la sexualidad que más confusión genera en este sentido, por eso te explico muy brevemente el modelo explicativo multidimensional. Su idea principal es que está compuesto por tres elementos:

  • Activación neurohormonal: es la que te he comentado antes. A partir de esta, se activa la respuesta fisiológica (aceleración del ritmo cardíaco, erección, lubricación, …). Si solo fuera necesaria esta activación, sería tan fácil como pulsar un botón. Pero no siempre es así, ¿verdad?
  • Variables psicológicas: son las disposiciones cognitivas y emocionales que influirán en tu experiencia y vivencia de la sexualidad. Esto quiere decir que en función de lo que tú pienses en un momento determinado, lo que te pase por la cabeza y tu estado emocional, se podrá traducir en mayor o menor predisposición hacia actividades de tipo sexual. Es decir, a mostrar una actitud más o menos orientada a dar respuesta a las motivaciones y propuestas con que te encuentres.
  • Presencia de estímulos sexuales externos e internos: el deseo se puede presentar a partir de la interacción con tu entorno y a partir de uno mismo. Cuando se refiere al entorno, son todos aquellos estímulos que captamos a través de los sentidos: podemos percibir un olor que nos hace recordar una escena erótica y se da la activación neurohormonal, nos pueden tocar de una determinada manera que nos provoca excitación, … Y los internos, tienen que ver con los recuerdos, pensamientos y, especialmente, con las fantasías sexuales. Estas últimas son las que tienen un papel más relevante porque pueden concretar hacia donde orientar el deseo sexual.

A pesar de que el deseo sexual se puede explicar a partir de estas tres dimensiones, para que se pueda presentar, es necesaria la aparición e interacción de todas ellas: no se trata solo de tener más o menos ganas, de tener mayor o menor activación física o de sentir o no estimulación. Es necesario que las tres dimensiones se den a la vez y encajen entre ellas.

¿El deseo sexual se puede perder?

La pregunta que a menudo me encuentro es “como recuperar o como tener más deseo sexual”. ¿Cuál es la respuesta? Cómo sabes, las recetas o consejos mágicos no existen. La respuesta empieza por ti: tienes que saber y tener claro qué pretendes conseguir con tu deseo sexual, cuál es tu motivación para construirlo.

Cómo te he señalado, la sexualidad no es puramente física e instintiva, sino que hay una parte que las personas construimos de manera muy personal. Por eso, la manera como cada cual vive su deseo sexual, es única: cada cual tiene una respuesta física concreta, le da un contenido diferente, le hace pensar y experimentar emociones concretas, lo activan estímulos internos y externos diferentes, …

Por eso, para encontrar la manera como tener más deseo sexual o recuperarlo, tendrás que dar respuesta a preguntas que tienen que ver con el significado que tiene la sexualidad para ti, qué esperas, qué cosas hacen que te actives, que necesitas evitar, … Tiene más que ver con saber qué necesitas, que no con qué tienes que hacer.

Tu deseo sexual depende de ti

Si te fijas, tu deseo sexual depende exclusivamente de ti. Esto tiene que ver con la responsabilidad sexual, puesto que a menudo delegamos en los demás que “lo enciendan” o lo activen, en vez de hacerlo por nosotros mismos.

Por eso, en las relaciones sexuales con otras personas tenemos que poner en práctica la asertividad sexual. De este modo, podrás hacer saber cuáles son tus necesidades y deseos sexuales, encontrar la mejor manera de alimentarlo, lo que repercutirá en todas las dimensiones que te he explicado antes.

Este aspecto es especialmente relevante en las parejas estables, donde a menudo el deseo sexual puede llegar a ser motivo de insatisfacción en la relación. Por la importancia del tema, dedico el artículo “Como recuperar el deseo sexual en una relación estable”.

Ten en cuenta también que tu autoestima sexual jugará un papel clave en esta construcción: estar a gusto contigo misma, con tu cuerpo y la manera de hacer y ser, no sentir vergüenza, no limitarse por los tabúes y creencias, … Te permitirá vivir tu sexualidad como tú la quieres vivir, disfrutando de la satisfacción sexual que buscas y a la que te quiere llevar tu deseo.

El deseo sexual nos hace experimentar sensaciones agradables, como son la excitación, la pasión por alguien, probar nuevas prácticas, … Pero no suele aparecer por sí solo. A veces es necesario cultivarlo para evitar que deje de formar parte de nuestras relaciones o tenga un papel secundario que nos haga desconectar de nuestra sexualidad.

Dar un lugar al deseo sexual es reconocerte como una persona sexual, con impulsos y pensamientos que te llevan a buscar y crear experiencias sexuales.

Por eso, define con toda la claridad posible que esperas del sexo, qué es lo que te gusta y lo que no, como y cuando lo deseas y si lo quieres compartir, con quien lo quieres hacer.


¡Pasa a la acción!


Revisa los tres elementos que te he presentado: la activación neurohormonal, las variables psicológicas y la presencia de estímulos sexuales internos y externos. Piensa en cada uno de ellos con relación a tu propio deseo sexual y puntúalos de 1 a 5 (siendo 1 nada y 5 totalmente). ¿Hay alguno de los elementos que predomine por encima de los otros? ¿Hay alguno al que faltaría darle peso? Si ves un desequilibrio, ¿Cuál es la repercusión que tiene esto en tu deseo?


 

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