Las parejas swinger rompen con la exclusividad sexual, mientras que la exclusividad afectiva se mantiene. Los dos miembros de la pareja acuerdan y consienten mantener relaciones sexuales con otras parejas. Cada pareja pone sus matices y condiciones al lo que se entiende como relación swinger, y por eso no hay dos relaciones iguales.
¿Cómo te hace sentir pensar en mantener la exclusividad afectiva pero compartir la sexualidad en pareja con otras personas? ¿Cuáles serían vuestras normas? ¿Cómo revisaréis vuestro pacto de pareja actual?
Asociamos la exclusividad sexual con el hecho de compartirla con la persona que amamos, con nuestra pareja. Pero en el mundo swinger la idea es diferente: me puedo sentir amado y me puedes amar compartiendo tu sexualidad con otras personas. O mejor dicho: nos podemos amar compartiendo nuestra sexualidad con otras personas. Es un tipo de relación no monógama.
En este caso, lo hacen de manera libre y consensuada. Evitad pensar que se trata de un tipo de infidelidad consentida, porque no tiene nadaque ver. En las relaciones swinger no hay engaño ni decisiones unilaterales.
Relaciones swinger, imaginación y fantasías sexuales
Las parejas swinger comparten niveles de complicidad y confianza muy elevados. Pero también una elevada seguridad en ellos mismos y en la relación. Caen prejuicios, tabúes y se habla abiertamente de las necesidades y deseo sexual.
Muchas veces, las ideas e intenciones para incorporar nuevas prácticas y relaciones sexuales, provienen de las fantasías sexuales. Es más, el intercambio de pareja es una fantasía sexual muy habitual. Las parejas swinger las comparten y se ayudan a hacerlas realidad cuando así se quiere.
En las parejas swinger la relación es buena afectiva y sexualmente, pero se quiere ampliar la manera como se vive la sexualidad. Por ejemplo, se pueden querer hacer prácticas que entre dos difícilmente se pueden llevar a cabo, como es una orgía. O bien hay prácticas que un miembro de la pareja no quiere o no puede hacer y que si es posible hacerlas realidad con otra persona.
Sea cual sea la opción, lo que se pretende es profundizar en la sexualidad de pareja para aumentar la satisfacción, el morbo y las posibilidades de crecimiento en aspecto fundamental de la relación.
Desde fuera puede parecer difícil pensar que la intimidad y la conexión se puedan ver reforzadas por estas prácticas, pero la complicidad que se genera contribuye a ello enormemente. Esto hace que aumente la satisfacción sexual y emocional en la relación de pareja, la comprensión por el otro y que se establezca una comunicación más intima y profunda con la pareja.
Cómo es el mundo swinger y como entrar en él
Como pareja, debéis que tener muchos claros los límites y posibilidades: qué hace sentir cómodo o no a cada miembro de la pareja y cuáles pueden ser las líneas rojas. Por eso es clave la asertividad sexual y ser sinceros en todo momento respecto al que os hace sentir cada situación.
En las parejas swinger el pacto es de exclusividad afectiva, pero no de exclusividad sexual. Esto implica una negociación para poder hacer un pacto o contrato de pareja para determinar en que consiste esta no exclusividad sexual: qué prácticas están permitidas, qué límites hay, en qué momentos y con quienes se pueden compartir…
Si tenéis clara esta parte, es hora de entrar en el mundillo. Existen multitud de clubes swinger, aplicaciones, fiestas privadas organizadas… Donde conocer parejas. Los clubes normalmente tienen un espacio de discoteca y espacios destinados a mantener relaciones sexuales (camas, alguna mazmorra, piscina, jacuzzi, … y vestuarios), a pesar de que normalmente se puede hacer por todo el local.
Tened en cuenta que, si ligar y flirtear de uno a uno a menudo es complicado, de dos a dos o más personas, implica un nivel de dificultad mayor. Por este motivo, definid qué buscáis y como haréis entender a vuestra pareja que estáis de acuerdo. Relacionado con esto, tened claro que tanto si quedáis a solas con una pareja o en un lugar como un club, nunca nadie estará obligado a nada. Ni por parte de la otra pareja ni por la propia. Si tú dices no, es no.
Es importante que si os encontráis con algún conocido, tened en cuenta que la confidencialidad y respeto por la intimidad de cada pareja es fundamental. La mayoría de parejas swinger no quieren que se sepa de su sexualidad fuera del ambiente. Por eso, tanto si os encontráis con alguien u os encuentran, es importante que tengáis presente que igual que no queréis que se hable de vosotros, los otros no quieren que se hable de ellos.
Si os interesa el mundo swinger, hablad sobre estos aspectos y aquello que os motiva, pero también sobre las inseguridades y miedos que os puede generar, asegurándoos que los dos estáis de acuerdo y queréis dirigir esta parte de la relación en el mismo sentido.
Tiene que ser una opción para disfrutar, tanto en el aspecto sexual como de las situaciones en general: el humor y las risas están siempre presentes y hacen un curioso matrimonio con la excitación, los gemidos y la pasión. Sexo y buen humor van de la mano.
¿Qué hacen las relaciones swinger?
Por definición, son parejas que hacen intercambios sexuales con otras parejas. A partir de aquí, los límites los pone la imaginación de cada cual, pudiendo llegar a incorporar elementos de las relaciones abiertas cómo es que, de manera puntual, los miembros de la pareja puedan quedar por su cuenta con otras personas.
Los intercambios no tienen un patrón definido. Hay parejas que se limitan a observar o querer ser observados mientras mantienen relaciones sexuales, otras que buscan hacer intercambios completos o lights (con coito o solo masturbación y sexo oral)…
En la variedad está el gusto. Y en este caso el placer y satisfacción sexuales. Hay parejas que por el solo hecho de sentirse observados manteniendo relaciones sexuales ya obtienen el placer que buscan y hacen realidad sus fantasías sexuales. El abanico es enorme: orgías, fiestas temáticas en clubes, vacaciones y escapadas swinger… Porque no solo se trata de qué dos parejas se encuentren para mantener relaciones sexuales, sino que se pueden hacer con entre más de dos parejas a la vez, proponer tríos…
Pero esto no significa que una pareja swinger deje de mantener relaciones sexuales entre los propios miembros. Una cosa no sustituye la otra: son momentos y relaciones diferentes. La frecuencia la determina cada pareja: hay parejas que tienen estas experiencias dos veces el año y otros que lo hacen más a menudo. O tienen temporadas más o menos intensas. La importancia no está en la frecuencia, sino en el motivo por el cual se hace y la satisfacción que se obtiene.
Ten en cuenta que estas son solo algunas ideas, pero no son las únicas opciones, posibilidades ni situaciones. Por eso: ¡explorad! Estad abiertos y mantened la curiosidad por aquello que veis, evitando filtrarlo a través de vuestros tabúes y prejuicios.
La afectividad y la sexualidad pueden ir de la mano en una relación de pareja o encontrar maneras de compartirlas. En el caso de las parejas swinger, la sexualidad se comparte, de manera más o menos habitual, con otras personas.
El objetivo es disfrutar con la pareja y otras personas de vuestra sexualidad, obtener satisfacción y placer de los encuentros, pero también aumentar el bienestar en la pareja y la complicidad.
Para muchas parejas los mejores momentos es cuando recuerdan, comentan y fantasean juntos con el que han hecho o pretenden hacer con otras parejas.
¡Pasa a la acción!
Pensad en la sexualidad con vuestra pareja. ¿Qué cosas estáis haciendo ahora que os generan satisfacción sexual? Haced un listado con las cosas que os gustaría hacer, que creéis que os pueden generar satisfacción sexual, que en el día de hoy no estáis haciendo (es cierto que os encontrais en el artículo sobre parejas swinger, pero pensad en este tema y más allá: juguetes, lugares diferentes, incorporar alguna práctica de BDSM…)
