Scroll to top
ca es

Fantasías sexuales: descubre su importancia


Judith Gallego - 2021 - 0 comments


Las fantasías sexuales son pensamientos, espontáneos o elaborados, que toman forma en nuestra mente. No tienen por qué tener un contenido erótico o sexual por sí mismas. Para que sean fantasías sexuales, tienen que generar excitación. Descubre qué son las fantasías sexuales para ver la importancia que tienen en tu sexualidad, en la activación de tu deseo sexual y en tu autoestima.


¿Qué son para ti las fantasías sexuales? ¿Qué sensaciones te despiertan cuando las elaboras, se presentan en tu mente o las recuerdas? ¿Recurres a ellas a la hora de mantener relaciones sexuales con otras personas o contigo misma?

El deseo sexual es un elemento clave de la sexualidad humana e influyen factores internos y externos. Las fantasías sexuales se corresponden con los factores internos y tienen el potencial de poder poner en marcha y activar respuestas de excitación, tanto en hombres como en mujeres. Ten en cuenta que pueden ser tan potentes como la estimulación física directa. Y es que el poder de la mente es fundamental en el sexo.

Las fantasías sexuales son una de las características principales de la sexualidad humana y, a la vez, una de las características que nos diferencia más claramente respecto a los otros animales. Si es así ¡aprovechémoslas!

Las fantasías sexuales a menudo son un tema controvertido. Hoy en día, todavía existe la idea que son pensamientos de tipo pervertido, que son cosa de personas sexualmente muy activas y que piensan a menudo en sexo. Incluso, que las fantasías sexuales son ideas y pensamientos lascivos y sucios.

Pero nada más allá de la realidad: las fantasías sexuales tienen el contenido que tú se les quieras dar. Nada más y nada menos. Aquello que se recrea o proyecta en tu mente, surge de ti. Esto quiere decir que su contenido y las emociones que te generan, te están hablando sobre tu sexualidad, de tu deseo sexual.

¿Cómo son las fantasías sexuales?

Puedes tener fantasías sexuales que por sí mismas no tengan contenido erótico explícito, pero que te exciten: imaginarte subir en un ascensor con una persona atractiva no tiene por qué ser excitante, dependerá del relato que tú crees en esta situación. La imaginación, de acuerdo con tus experiencias y los elementos que potencian tu deseo sexual, junto con la creatividad, son las que crearán un relato y una historia que te generará excitación con mayor o menor intensidad.

Y como se generan a la mente de cada cual, pueden darse o crearse en cualquier momento o situación: mientras haces la compra, estás en el trabajo, en el sofá mirando la tablet, en la cama antes de dormirte, … Y también cuando te masturbas o mantienes relaciones sexuales con tu pareja o compañero sexual.

Uno de los aspectos más curiosos que tienen las fantasías sexuales, es preguntarse por el motivo por el cual se presentan. Es decir ¿cómo puede ser que vengan a la cabeza si no estamos haciendo o pensando en nada sexual? ¿Cómo pueden venir a la mente sin hacerlo de manera voluntaria? Y es que pueden ser evocadas por los sentidos: por un olor, por un contacto físico con alguien, por un sonido, al mirar una foto que te conecta con algún recuerdo concreto, … Esto nos recuerda que la sexualidad no se puede separar de nuestra personalidad ni es un ámbito separado de nuestra vida.

Pero, ¿qué son?

Las fantasías sexuales están presentes en nuestra mente y nos dan información sobre nuestro propio deseo sexual y como vivimos la sexualidad. Tener o elaborar fantasías sexuales que son experimentadas de forma positiva, se asocia a un mejor funcionamiento sexual y un mayor deseo sexual. Por eso mismo, compartir las fantasías sexuales con la pareja puede ser una muy buena opción para potenciar este deseo sexual en la relación y compartir la excitación que producen para mejorar la satisfacción sexual y cultivar el erotismo.

En relación con el hecho de compartirlas, hay estudios en que se demuestra que la mayoría de personas incluyen sus fantasías sexuales durante la actividad sexual con la pareja y durante la masturbación. Esto indica que constituyen una forma positiva de expresión erótica. ¿Sabías que a veces son utilizadas en algún momento de las terapias sexuales? Esta es una de las razones por las cuales se hace, porque pueden ayudar a aumentar el deseo, la activación sexual y reducen los niveles de ansiedad en personas que presentan algún tipo de disfunción.

Pero, a pesar de su papel relevante para la sexualidad, no se tienen que entender las fantasías sexuales como “intenciones”. Es decir, que se pueden quedar en el campo del deseo y la imaginación y no querer pasarlas a la acción. Una fantasía sexual puede ser erótica mientras es fantasía, pero si se quiere poner en práctica, puede dejar de tener este efecto. Imagina que tienes una fantasía en que haces acrobacias como un gimnasta del Circo del Sol y decides pasar alguno de los números que haces en tu imaginación a la realidad. Seguramente no saldrá igual. Esto sí, tendrás una gran oportunidad para echar unas risas con quien lo compartas.

Aun así, hay aspectos a tener en cuenta si te planteas pasar alguna de tus fantasías sexuales al plano real. Y si estás en una relación de pareja, aquí tienes un artículo sobre compartir las fantasías sexuales para aumentar el deseo sexual.

fantasies sexualsVivir las fantasías sexuales de forma negativa

Antes de acabar, no quiero dejar de hablarte sobre otra realidad: las fantasías sexuales también pueden llevar a tener experiencias emocionales negativas. Estas se dan cuando los pensamientos sexuales que proyectamos en la mente no nos hacen sentir cómodas, nos hacen cuestionar aspectos de nuestra personalidad u orientación sexual. Es decir, que nos hace preguntar si son adecuadas o no y nos cuestionamos para qué las tenemos.

Pero, ¿cuál es el motivo por el cual se viven de manera negativa? Hay que situar las fantasías sexuales en el lugar que los corresponde: pertenecen a tu imaginación. Hablan de nuestra sexualidad, pero tenemos que interpretar qué nos están diciendo. Podemos tener fantasías sexuales de las cuales no entendemos su motivo o razón de ser. Pero antes de vivirlas de manera negativa, hay que atender a su significado y a aquello que nos pueden estar diciendo. De otra manera, tu sexualidad y satisfacción sexual se pueden ver afectadas.

Una cosa es imaginar, otra querer hacer y, otra de muy diferente, es llegar a hacerlo. Podemos concluir que las fantasías sexuales y lo que acabamos haciendo, aportan elementos diferentes a la experiencia sexual de cada persona.

Así, hay que evitar confundir las fantasías sexuales con deseo sexual: elaborar o tener una fantasía sexual no significa que se quiera llevar a la práctica. Es un campo de juegos, de pruebas, de experimentación en el que tienes total libertad para probar, tocar y explorar.

Es cierto que el sexo es un campo tan amplio en cuanto a prácticas, gustos, disgustos, posturas, intensidades, frecuencias, escenarios, … Que aquello que para ti resulta ser erótico, sensual y sexual, para otra persona puede ser una aberración. Por eso es importante evitar juzgar tus propios pensamientos y los de los demás, ser responsable de tu propia sexualidad y respetar la de los demás, siendo consciente de tus propios tabúes y creencias respeto la sexualidad.


¡Pasa a la acción!


Identifica alguna de tus fantasías sexuales más recurrentes. Aquella que te viene a la cabeza a menudo, cuando estás a solas, con la pareja o con algún compañero sexual. ¿Has pensado en compartirla para llevarla a la práctica o la usas para tú mismo? Piensa en el papel que juega en tu sexualidad: ¿Cómo influye en tu deseo sexual? ¿Potencia tu imaginación? ¿Crees que la podrías llevar al plano real o la quieres mantener en la intimidad de tu mente?


 

Related posts

Post a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *