La imaginación en el sexo es libertad. Es explorar, innovar, ser creativo y es desinhibición. También es saber compartir y comunicar a la persona con quien decides mantener relaciones sexuales aquello que quieres hacer de nuevo o de manera diferente. Hemos crecido con un modelo de sexualidad muy tradicional que a menudo se nos queda corto. ¿Te animas a explorar?
¿De qué manera crees que podrías ampliar tu repertorio de prácticas sexuales? ¿Cómo interpretas tus fantasías sexuales? ¿Qué representa para ti la imaginación en el sexo?
El sexo abre un campo enorme de opciones y prácticas, la posibilidad de introducir enseres, juguetes, personas, lugares, momentos… Si tienes curiosidad, ganas y posibilidades de poder explorar, puedes tomar decisiones para crecer de la mano de tu imaginación.
Pero no se trata tanto de equiparte o hacer un listado con las prácticas que quieres hacer o dejar de hacer. Se trata de entender el sexo como un espacio de juegos, de intercambio de sensaciones, de expresión del deseo sexual y de la pasión, a la vez que es un espacio de respeto, comunicación y complicidad.
Comprar complementos no es suficiente
La sensación de tener una vida sexual rutinaria, repetitiva o poco satisfactoria es muy habitual. Pasa en todos los tipos de relaciones, sean monógamas o no monógamas, estando solteros, sea manteniendo relaciones con otras personas o con la masturbación. El aburrimiento puede aparecer en cualquier contexto.
Pero dejar de tener esta sensación pasa por ti, por tomar decisiones sobre tu sexualidad. Cuando se tiene esta sensación o certeza, es necesario identificar y revisar los motivos por los cuales tu vida sexual no te está aportando la satisfacción y placer que pretendes obtener.
Hay factores externos que quizás no dependen de ti totalmente, pero los internos definitivamente sí: tienen que ver con tus valores fundamentales, creencias o tabúes, que te pueden estar haciendo funcionar de una manera que no te permite obtener lo que pretendes de las relaciones sexuales.
Por eso, comprar un juguete, utensilios, cuerdas, esposas, una cruz de madera … No es suficiente. Puedes desear hacer prácticas de BDSM con tu pareja, pero cuando llega el momento no te ves capaz. O puedes querer usar un vibrador durante la relación sexual, pero te da vergüenza proponerlo. O quizás atar a tu pareja, pero no sabes como hacerlo y no te atreves a intentarlo.
Cuando el aburrimiento se convierte en frustración
Hacer siempre lo mismo, del mismo modo, con la misma persona, en los mismos momentos. El sexo necesita novedad, espontaneidad e ilusión para mantener vivo el deseo sexual.
Mientras la satisfacción se mantenga y se obtenga placer, ¡no hay ningún problema! Pero se puede sentir la necesidad de introducir novedades, de hacer las cosas de manera diferente.
Si tienes esta sensación, antes de empezar a buscar culpables, revisa qué estás haciendo: recuerda la responsabilidad sexual. La manera como experimentas el deseo sexual no depende de factores externos, sino que depende de ti. Por eso, es necesario que revises en qué dirección está yendo y si estás encontrando la manera adecuada de darle respuesta.
Aquí debes valorar la importancia que le das a tu sexualidad, cuál es el desarrollo y el papel que quieres que tenga en tus relaciones. Es esencial encontrar un equilibrio entre aquello que tienes y lo que deseas tener.
De otra manera, el aburrimiento por la repetición, por la familiaridad, por la fusión en la cual se puede haber convertido la intimidad y la conexión en tu relación, puede hacer que te encuentres en una situación en la cual no puedes vivir la sexualidad como tú realmente quieres hacerlo.
Por este motivo, la asertividad sexual para expresar que esperas de las relaciones cuando estás con alguien es tan importante. Te permitirá poder expresar que esperas, a la vez que atienes a lo que la otra persona puede esperar de esta dimensión de la relación. Porque el aburrimiento es fruto de la dinámica de la relación y si sientes que algo falla, tienes que hacerlo saber.
Atiende a lo que te puede estar diciendo tu imaginación en el sexo
La imaginación en el sexo nos permite ir más allá. No hay límites ni barreras físicas que la delimiten. Por eso es un factor tan importante en las relaciones sexuales, porque permite evocar situaciones posibles o deseables. Se alimenta de nuestra creatividad y, esta, de las experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra vida, de las situaciones que hemos observado, de lo que hemos leído…
Y es que desde que nacemos estamos creando nuestra manera de entender la sexualidad y las relaciones.
El elemento estrella en nuestra mente en este sentido, son las fantasías sexuales. Se representan como imágenes, son visiones de prácticas y situaciones que se crean en nuestra mente. No es que todas nos estén proponiendo llevarlas a la práctica, pero hay algunas que se elaboran con esta intención.
A pesar de la importancia de la imaginación en el sexo y no caer en la repetición eterna, no se trata de dejarse llevar por la imaginación en cada encuentro sexual. Y mucho menos se trata de pretender innovar en cada uno de ellos.
Tiene más relación con el hecho de dar respuesta a aquellas sensaciones que podamos tener con relación al sexo: sientes que no hay bastante novedad, te gustaría probar cosas nuevas, pero no sabes por donde empezar, te da vergüenza proponer ciertas prácticas…
Por lo tanto, se trata de encontrar tu momento, el motivo y la manera de hacer saber que esperas de los encuentros sexuales, poder planificarlo y hacer que pasen aquellas cosas que crees que te pueden aportar mayor satisfacción y placer.
La novedad constante no es la solución, porque incluso la novedad se puede convertir en una rutina negativa que te atrape y te lleve a la frustración e insatisfacción sexual. Todo en exceso puede ser perjudicial.
La imaginación en el sexo implica hacer crecer la pasión, el interés y la predisposición para tener relaciones sexuales, para atraer y sentirse atraídos por otras personas, objetos o situaciones.
Se trata de mantener la ilusión por cada nuevo encuentro sexual, dejar volar la imaginación y encontrar la manera de hacerla aterrizar cuando así lo quieras hacer.
Los tabúes y la vergüenza pueden ser malos compañeros de viaje, por eso necesitan una revisión constante para saber si tienen que ver realmente con la manera en la cual quieres vivir tu sexualidad.
¡Pasa a la acción!
¿Alguna vez has sentido aburrimiento respecto al sexo? Recuerda aquellos momentos en los cuales has experimentado pasión, deseo sexual desenfrenado y te has dejado llevar por la excitación. ¿En estos momentos has hecho algo concreto? ¿Estabas pensando en algo en concreto? A partir de aquí ¿qué cosas podrías repetir o hacer de manera diferente para aumentar la satisfacción y el placer sexual?
