La relación de pareja ideal empieza por ti. Porque la pareja perfecta no es la persona ideal: la relación no depende de la persona con quien estás, sino de la dinámica que establecéis y como sea de satisfactoria esta para ti. Por eso, empieza para saber cuál es la relación ideal para ti.
¿Buscas tener una relación de pareja o la relación de pareja surge? ¿Qué es el que te motiva de tener una relación de pareja? ¿Y qué es aquello que quieres evitar en una relación de pareja?
“10 cosas que hacen las parejas que tienen éxito”, “5 secretos para tener una relación feliz”, “Consejos para encontrar tu pareja perfecta”, “Las 10 cualidades de la pareja perfecta”… Recetas mágicas que se supone que tenemos que aplicar a las relaciones de pareja y modelos de personas que se supone que debemos encontrar para conseguir la relación de pareja ideal o perfecta.
Pero se olvidan de la clave de todas las relaciones: tu historia de aprendizaje, tus expectativas, experiencias, deseos… Que nadie más que tú puede conocer. Igual que solo tú puedes saber cuál es la motivación para querer mantener una relación de pareja o para decidir acabarla.
Cada relación de pareja es única
Hay multitud de artículos en los cuales se recomienda qué se puede hacer o dejar de hacer para tener una relación de pareja ideal. Algunos ejemplos son: no tener secretos, adaptarse a los gustos y preferencias del otro, revelar las fantasías sexuales, mantener el compromiso, mantener el respeto, evitar romper la confianza …
Son conceptos muy generales que, en mayor o en menor medida, se pueden aplicar a cualquier relación con personas de tu entorno.
Pero hay que tener claro que cada pareja, construye los conceptos y les da contenido en función de su experiencia, dinámica y valores personales. Ser atento, cariñoso, dedicar tiempo a la pareja, ser independiente… Tienen formas de materializarse en el día a día muy diferentes según la pareja.
Incluso dentro de la pareja puede haber conceptos muy diferentes: uno puede entender que ser atento es escribir un WhatsApp de buenos días cada día y el otro, lo puede considerar una estrategia de control. Una misma acción es interpretada de manera diferente por dos únicas personas.
Es como los artículos que hablan sobre “la crisis de los 4 años” (o 7 o 2 o de los años que sea!). ¿Qué pasa si no habéis tenido una crisis en este tiempo? ¿Quiere decir que vuestra relación de pareja no es suficientemente real? ¿O quizás sois mejor que otras parejas?
¿Cómo debe ser una relación de pareja ideal?
Nadie nos ha enseñado como deben ser las relaciones de pareja, sino que lo hemos aprendido a partir de la observación de las relaciones que se han establecido en nuestro entorno: los padres y madres, abuelos y abuelas, lo que hemos visto en los medios de comunicación, amistades …
Hemos observado y convivido con diferentes parejas, la mayoría de ellas monógamas, motivo por el cual seguramente seguimos apostando por mantener relaciones de pareja de este tipo, a pesar de existir opciones que van más allá de la monogamia.
A partir de nuestra interacción y observación, hemos ido aceptando, rechazando o incorporando ciertos comportamientos y dinámicas relacionales. Porque, al fin y al cabo, somos nosotros los que construimos lo que entendemos por una relación de pareja ideal o una relación de pareja perfecta: olvídate de poder encajar en un ideal que no hayas construido tú mismo.
Esto significa que, más que pensar en cosas concretas que tu relación de pareja debe tener o no tener, es necesario que te preguntes y te centres en ti: conocerte a fondo para saber qué esperas de una relación de pareja, qué quieres que te aporte y qué esperas aportar. Eso sí, evita pensar en “qué necesitas”: las relaciones no deben cubrir carencias o déficits, si es así, estás pidiendo a la otra persona que se haga responsable de ti.
Es el mismo consejo que te doy en el artículo sobre dependencia emocional y relaciones abusivas: sea para saber cuál es tu pareja ideal o para evitar encontrarte en una relación abusiva, es imprescindible que antes te conozcas bien y tengas claro qué esperas de las relaciones para poder saber si lo recibes y si es lo que realmente deseas obtener.
Relación de pareja ideal: ¿amor completo?
Sternberg propuso tres elementos que considera necesarios en una relación de pareja para llegar a lo que él define como amor consumado: la autenticidad, el compromiso y la pasión. Te los explico a continuación. Piensa si en tu relación están presentes o si pretendes que estén presentes en una futura relación:
- Autenticidad: permitir que cada cual de vosotros pueda mostrarse, expresarse y sentir como lo quiera hacer. Que pueda experimentar libertad dentro de la relación y no sentirse forzado a hacer cosas que no quiere hacer para gustar al otro o para que el otro se sienta satisfecho. Tener espacio para ser uno mismo.
- Compromiso: se trata de mostrar respeto por los pactos que se establecen dentro de la relación y ser respetuoso con el otro. Tiene mucho que ver con la responsabilidad emocional y afectiva, puesto que se trata de cuidar de tus emociones y de las emociones del otro. Compromiso para estar en la relación, en los buenos momentos y en los no tan buenos.
- Pasión: relacionado con la atracción, la intimidad y conexión y la sexualidad en sentido amplio. El deseo por el otro se debe que cultivar, mantener activo y poderlo satisfacer entre los dos miembros de la pareja. La asertividad sexual y la autoestima sexual tienen que ser presentes en todo momento.
Saber estar con un mismo para estar con alguien
Estar con un mismo no significa estar solo: puedes tener relaciones con compañeros sexuales, amistades… Al mismo tiempo que estás atento a ti mismo. Hay que diferenciar la necesidad de un tiempo para hacer un proceso de duelo de saber estar con un mismo, incluso al mismo tiempo que mantienes una relación de pareja.
Aislarse del entorno o evitar mantener relaciones sexuales con otras personas no es la única opción para estar solo. Lo más importante es que encuentres tu manera para tomar conciencia de lo que haces, piensas y sientes. O en otras palabras: desactivar el modo piloto automático con el cual a menudo funcionamos y nos hace tomar decisiones que, de otra manera, no tomaríamos.
Cuando te relacionas con alguien, si la cosa no va bien, no solo debes plantearte como se relaciona esta persona, sino como te relacionas tú. Qué dinámicas colaboras a generar y mantener, en que contribuyes en aspectos que consideras positivos o negativos, si pones los límites necesarios o la manera como los haces saber…
Cuando las relaciones no funcionan, no solo debemos mirar a la otra persona con quien interaccionamos, sino a nosotros mismos: porque las relaciones son cosa de todos quienes se encuentran implicados.
Más que buscar la relación de pareja ideal, se trata de dedicarte tiempo por saber qué quieres y cómo lo quieres. Reflexiona sobre lo que es para ti una relación, para conocerte y para pensar qué esperas. En este camino, podrás encontrar respuestas sobre cuáles son tus expectativas, patrones que repites en las relaciones y maneras de evitar repetir los que te pueden dañar.
Esto te ayudará a saber que la relación que empieces, es la que da respuesta a lo que tú pretendes obtener de una relación: tu relación de pareja ideal.
¡Pasa a la acción!
¿Te has dedicado tiempo para saber que esperas de una relación de pareja? Haz un listado de cosas que esperas obtener de una relación de pareja y otro de cosas que necesitas que te aporte. Cuando las tengas, fíjate en el listado de necesidades: ¿crees que hay alguna que podrías conseguir por ti mismo y que no dependa de otra persona? ¿Cómo podrías hacer que pase a formar parte del primer listado y que aquello que buscas no sea cubrir una necesidad?
