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Acabar con una relación de pareja con plena conciencia


Judith Gallego - 2023 - 0 comments


Acabar con una relación de pareja no es un fracaso. Es una manera de recuperar el bienestar y volver a abrirte a la posibilidad de formar una relación que te aporte aquello que tú esperas de una relación. Porque queremos ser felices. ¿Tú también quieres estar con quién te aporte felicidad?


¿Qué asocias al hecho de acabar con una relación? ¿Crees que las rupturas son oportunidades para quienes han estado en la relación? ¿Cómo de difícil es para ti encontrar la manera de expresar tus emociones e intenciones?

Se suele poner el foco en el momento de la ruptura, del divorcio o la separación de la pareja. Pero, previo a esta decisión, han estado pasando muchas cosas antes. Es la culminación de todo un proceso en el cual la relación se ha estado deteriorando, es el resultado de una o varias crisis que han llevado a hacer que las personas que integran la relación decidan seguir por caminos diferentes.

Por eso, es tanto o más importante poner la atención en este proceso como en el momento en que se toma la decisión. Es la manera como se puede evitar alargar una relación que ya no funciona. Y esto es aplicable a las relaciones monógamas y no monógamas, pero también a las relaciones de amistad, laborales…

Acabar con una relación de pareja es una oportunidad

acabar una relacio de parella

Las relaciones afectivas y sexuales tienen una implicación emocional muy elevada, puesto que acostumbran a implicar que compartimos cosas de manera exclusiva con alguien: proyectos de futuro, maternidad y paternidad, temas familiares, sexualidad, … Y a menudo, cuando se produce una ruptura, se asocia al final de una etapa de la vida.

Esto tiene mucho que ver con el mito de la media naranja y el amor romántico: la búsqueda de la persona que nos debe completar, la idea de pertenencia de uno al otro para toda la vida, por encima de todas las circunstancias que se puedan dar.

Justamente estas ideas son las que contribuyen al hecho que finalizar una relación sea muy difícil: se cuestiona la idea de pareja para toda la vida, tener que aguantar, tener que darlo todo por la otra persona, …

Si creemos que la otra persona es una extensión de nosotros (es nuestra media naranja), insistimos en el hecho que nos debe encajar. La clave está en darse cuenta de que para ser personas completas y conseguir lo que nos proponemos, no dependemos de nadie. Por lo tanto, revisar nuestros valores fundamentales sobre las relaciones y las creencias que tenemos con relación a estas.

Las personas buscamos ser felices, obtener bienestar. De manera natural, nos queremos alejar del dolor. Por eso es importante que atendamos a nuestras emociones para saber qué nos indican para atrevernos a dar el paso.

Duelo al finalizar una relación de pareja

El duelo se da cuando se produce una pérdida o un cambio relevante en nuestras vidas. Por eso, un proceso de duelo se puede dar por la muerte de alguien querido o por finalizar una relación de pareja, dejar tu puesto de trabajo en el cual has estado durante años…

Ten claro que el duelo no es negativo, sino un proceso que hace de puente. En este caso, de la relación de pareja a estar sin esta persona. Puede haber dolor, felicidad, frustración, rabia, alivio, miedo… Todas las emociones tienen cabida y la manera como se experimentan depende de cada persona. Por eso no se puede decir que una ruptura sea una experiencia negativa o positiva, porque dependerá de la vivencia individual.

El proceso de duelo trata de cerrar y dar por finalizado el periodo en que se ha mantenido la relación de pareja. Aceptar que se ha acabado, hacer un repaso de la inversión que se ha hecho en la relación, de las expectativas más o menos completas, una revisión de las experiencias positivas y negativas, …

Es importante dedicar tiempo y no tener prisa para superarlo. No se trata de mantenerse aislado o dejar de mantener relaciones afectivas o sexuales con otras personas. Se trata de tener claro en qué punto te encuentras de cada relación: la que se acaba y la que inicias, sea del tipo que sea, tomando conciencia de si aquello que haces es lo que realmente buscas, si es una fuga adelante o una reacción para no enfrentarte al dolor.

Por este motivo, dedícate tiempo para identificar tus emociones, de donde provienen y que te están indicando. Si necesitas llorar, llora. Si necesitas pedir ayuda, pídela. Si quieres gritar, grita. Si quieres tener sexo toda una noche con alguien que has conocido por Tinder, hazlo. Pero todo el que hagas debe ser con plena conciencia: no escondas ni evites, no hagas una fuga hacia adelante. Las emociones siempre te acaban pillando.

Relaciones liana

acabar una relacio de parella

Es la idea que un clavo saca otro clavo. Es acabar una relación y, sin todavía haber bajado al suelo, empezar otra.

Con esto no me refiero a que sea algo negativo. Hay relaciones a las cuales se pone una fecha de finalización y a partir de ese momento se empieza a hacer un traslado, un proceso de separación, se comunica al entorno, … Pero en realidad la fecha de fin de la relación fue mucho antes, puesto que hacía tiempo que la relación ya no existía como tal y el duelo se ha hecho mientras todavía estaban juntos. Aquí las emociones están reconocidas, gestionadas y controladas, habiendo hecho el proceso de duelo.

La dificultad puede surgir cuando se busca o se acepta iniciar otra relación afectiva cuando todavía no se ha hecho este proceso o ni siquiera se ha iniciado. Todo pasa y el dolor no es permanente, pero necesita un tiempo, dedicar espacio, esfuerzo y paciencia para poderlo gestionar. Y la fase de enamoramiento y la pasión no son buenos aliados porque te hacen poner la atención en otras cosas.

Por eso, tienes que poder cerrar un ciclo antes de empezar otro, poder cerrar las experiencias negativas y las consecuencias de la relación anterior, revisar que esperas realmente de las relaciones, que quieres evitar… De otra manera, es muy posible que aquellas cosas que no funcionaron en la relación anterior, vuelvan a darse en la siguiente. Incluso puedes repetir patrones que te lleven a una relación de dependencia emocional o de tipo abusivo.

Separarse, cortar, romper, divorciarse… No es un fracaso. Es una opción que te permite poner un punto y aparte respecto a tus posibilidades para relacionarte con quién te puede aportar lo que esperas que te aporte.

Finalizar una relación en el momento oportuno, es mejor que mantenerla porque es lo que toca o por miedo a enfrentarte a tu realidad. No es fácil, pero si necesario para seguir con tus proyectos de futuro. La otra persona no era responsable de tu felicidad ni de tu infelicidad.

El único responsable eres tú. Por eso, ¡toma decisiones para pasar a la acción!


¡Pasa a la acción!


Identifica cuáles son tus valores y creencias sobre qué es para ti una relación de pareja, la convivencia y la sexualidad. Qué relación hay entre cómo dicen los valores que deben ser las cosas y como lo son en la práctica? Cuando las cosas no son como tú esperas que sean, qué influencia tienen los valores y creencias en tus decisiones?


 

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