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Asertividad en tus relaciones personales


Judith Gallego - 2023 - 0 comments


La asertividad te permite expresar y hacer valer tus emociones, necesidades y derechos. Y ser asertivo te permite hacerlo teniendo en cuenta las emociones, necesidades y derechos de los demás. Te permite comunicarte teniéndote en cuenta a ti mismo, haciéndote valer, sin experimentar sentimientos de culpa, malestar o vergüenza.


¿Encuentras que a veces te expresas de una manera que hace que no acabes de sentirte bien? ¿Alguna vez te has expresado de una manera que la otra persona se ha sentido atacada? Cuando sabes que te mereces o tienes derecho a algo, ¿lo reclamas y lo haces saber?

Las personas somos seres sociales. Nos relacionamos constantemente con otras personas, ya sea cara a cara en encuentros formales o informales, a través de las redes, … Nos relacionamos constantemente. Y en todas las interacciones que mantenemos la comunicación está presente.

Esta comunicación puede ser verbal o no verbal: tanto si hablamos como si no lo hacemos, ya estamos comunicando. Lo hacemos con las palabras, nuestra mirada, el gesto de nuestra cara o del cuerpo, dejando de responder y callándonos, …

Assertivitat en les teves relacionsLa asertividad en la comunicación verbal y no verbal

Porque incluso cuando no decimos nada, estamos comunicando. No solo comunican palabras o gestos, sino que también transmitimos emociones y pensamientos a las personas con quienes interaccionamos. Por este motivo, igual que tenemos que conocer nuestras emociones y como nos influyen, cuando nos relacionamos con otras personas tenemos que tener en cuenta lo que nos transmiten en este sentido.

Aquí entra en juego la asertividad. La comunicación con las amistades, la pareja, la familia, los compañeros de trabajo, … Incluso las personas que nos atienen cuando vamos a comprar o al bar, se deben cuidar y siempre se puede mejorar. Igual que nos gusta sentir que nos tratan como nosotros esperamos o queremos, debemos  estar atentos para hacerlo con los demás.

Asertividad para hacer tus relaciones

La asertividad es una habilidad que te permite expresar lo que piensas, lo que esperas de los demás, pedir apoyo, ofrecerlo, ser empático, saber decir que no, resolver conflictos, … De forma que te haces valer a ti mismo frente a los demás y dejas claros tus límites, a la vez que atienes a la otra parte en el mismo sentido.

Así es como se podrá mantener una interacción en la cual predominará el respeto por tu propio espacio, la empatía y el interés por el bienestar de todos.

¿Cuál es tu nivel de asertividad?

Assertivitat en les teves relacions

Pero, ¿cómo saber si eres asertivo o en qué aspectos prestar atención para mejorar esta habilidad? Estos son algunos de los indicadores que tienes que tener en cuenta:

  • Tener claros cuáles son tus límites, en un sentido amplio. Solo si tú conoces tus líneas rojas las podrás hacer respetar. Si tú no sabes donde están tus propios límites, es muy posible que los demás los puedan sobrepasar sin que te des cuenta. También puede pasar que te quedes con una mala sensación que te será difícil identificar de donde proviene y que quizás identificas con quién has interactuado, cuando en realidad tiene que ver contigo. Este punto tiene mucha relación con la prevención de relaciones de dependencia emocional y abusivas de las que te hablo en este artículo.
  • No esperes a que la gente pueda leerte la mente: tienes que decir lo que piensas, lo que sientes y lo que esperas. Olvídate de la telepatía: no existe. Lo único real y que vale en las relaciones personales, es aquello que tú expresas o haces. Ten confianza en ti mismo y, cuando sea necesario, expresa lo que quieres desde tu responsabilidad emocional y afectiva.
  • Ligado a estas responsabilidades, tú no eres responsable de lo que sienten o como se comportan los demás, pero tampoco quiere decir que tengas que dejar de respetar sus derechos o dejar de ser empático. Tienes que ser responsable de las cosas que dependen directamente de ti: lo que tú haces, lo que sientes y lo que piensas, sin dejar de tener en cuenta a las personas con quienes te relacionas.
  • Es imposible gustar y estar de acuerdo con todo el mundo, ¡así que relájate! Aceptar que hay gente que puede no estar de acuerdo con lo que tú piensas o dices, es parte de la conducta asertiva y la clave para poder mantener relaciones sociales sanas. Por eso, si esperas que te respeten, tú también tienes que respetar las posiciones de los otros.

Son solo algunas ideas relacionadas con la asertividad que te pueden permitir ver si la pones en práctica en tus relaciones.

Porque la asertividad no es una habilidad innata: se desarrolla a medida que la pones en juego en las interacciones con otras personas. Es una parte fundamental del aprendizaje social que hacemos a lo largo de la vida, a partir de la observación de nuestra propia manera de relacionarnos y de la que observamos en las personas de nuestro entorno.

Desarrollar la asertividad y ponerla en juego en tus relaciones sociales, te permite mejorar tu autoconfianza y autoestima: comunicarte de manera asertiva, te permite reforzarlas en cada interacción porque te permite experimentar una mayor seguridad sobre tus capacidades, tu valía personal y, por lo tanto, mostrar una actitud menos sumisa, más fuerte y segura, ayudándote a prevenir relaciones de dependencia y abusivas.

Porque si sabes que funcionas atendiendo tus emociones, derechos y necesidades y a las de los demás, te estás relacionando de forma responsable contigo mismo y con los otros.

Pensar en ti para poder pensar en los demás y cuidar de las relaciones, te hará obtener un retorno de tu entorno que te permitirá experimentar emociones más positivas. Así es como conseguirás rodearte y relacionarte con quién te hace sentir como tú realmente quieres sentirte.


¡Pasa a la acción!


Empieza por un pequeño gesto. Piensa en una situación con una persona concreta a quien te sea difícil pedirle que haga o deje de hacer algo y que solo de pensar en decírselo, ya te inquietas. Sigue estos tres pasos: muéstrale empatía cuando le vayas a decir (entiendo lo que haces, lo que piensas, …), descríbele aquello que hace o deja de hacer, explicando qué es el que a ti te hace sentir incomodidad o estás en desacuerdo, centrándote en como te sientes (lo que haces me hace pensar, esto que haces me hace sentir, …) y hazle una propuesta alternativa en que tengas en cuenta las dos partes (una alternativa en que los dos podríamos estar más cómodos seria …)


 

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