Poliamor es mantener relaciones afectivas y sexuales con más de una persona, siempre con el consentimiento, acuerdo y conocimiento de quien está implicado. Rompe con el esquema de relación monógama y la sexualidad tradicional, pero no es más que la puesta en práctica de sentimientos y sensaciones que van más allá de lo que permiten sentir y hacer las relaciones monógamas
¿Has tenido alguna vez el corazón dividido y te has visto obligado a escoger? ¿De qué manera encaja en tu idea de relación el poliamor? ¿Por qué motivo crees que hay experiencias que solo quieres compartir con una persona?
El poliamor está de moda y, todo el que está de moda, corre el riesgo ver como su significado real queda desdibujado. Es muy habitual encontrar quién lo confunde con una relación abierta, con intercambio de parejas, con libertinaje o con ausencia de límites y normas.
Como con todas las sexualidades alternativas y formas de relación no monógama, los prejuicios y las ideas preconcebidas toman el protagonismo. Esto hace que no acabamos de conectar para entender qué son realmente y esto lo podrás hacer si encuentras qué relación tienen contigo.
Poliamor como rotura del esquema tradicional
La no monogamia es una opción alternativa a la monogamia, una manera alternativa de relacionarte. En la monogamia, las normas y dinámicas se dan por supuestas: dos personas forman una relación y tienen exclusividad afectiva y sexual, con el ideal que sea para toda la vida.
En el poliamor esto salta por los aires para volver a tocar tierra. Entonces, las personas que forman la relación, deciden cuáles serán los compromisos, las normas, posibilidades y límites de la relación. Sean tres, cuatro o las personas que sean en cada momento.
La flexibilidad para revisar y adaptar los pactos en cada momento personal y de la relación, siempre está presente, al mismo tiempo que la responsabilidad emocional y afectiva y sexual. Por este motivo, el abuso, la manipulación o actuación para obtener un beneficio individual no tienen cabida.
En este sentido, entender el poliamor como un medio para poder mantener relaciones con otras personas mientras se tiene una relación principal, es una muy mala manera de entenderlo y excesivamente superficial.
¿Estoy preparado para una relación poliamorosa?
La sexualidad es una dimensión fundamental de la personalidad, que abraza la afectividad y la sexualidad en las relaciones. Estar o no preparado para una relación poliamorosa, dependerá de que entiendas por una relación, tus valores fundamentales, los tabúes y creencias que influyen en este concepto.
El poliamor es una opción que permite dar respuesta a tus necesidades individuales y encontrar un equilibrio. Hemos crecido con el modelo de relación monógama y esto puede generar conflictos personales: porque la monogamia nos dice que solo podemos amar y mantener relaciones sexuales con una persona al mismo tiempo, en el mismo espacio temporal.
Las relaciones abiertas y swinger rompen con la exclusividad sexual, pero no con la afectiva. El poliamor te da la posibilidad de romper con las dos: puedes amar a más de una persona a la vez y mantener relaciones sexuales con más de una persona.
Es muy posible que sea necesario enfrentarte a miedos, como puede ser sentirte estigmatizado, juzgado o incomprendido por tu entorno. Por eso, antes de tomar una decisión, debes tener claro cuáles son tus expectativas y deseos. Es lo que te dará la seguridad necesaria y confianza en ti misma para dar un paso adelante.
Pero no es un consejo que te dé solo para plantearte una relación poliamorosa o no monógama. También es un proceso que deberías hacer cuando escoges mantener una relación monógama tradicional. La única diferencia está en que, en este último caso, si encuentras la media naranja no será necesario dar explicaciones en nadie ni te sentirás juzgado.
Reaprender a amar para encontrar tu manera
Reaprender a amar es necesario para amar como tú lo quieres hacer. Porque nos han enseñado a amar a una sola persona a la vez. Se trata de cuestionar la idea que podemos encontrar todo el que deseamos y esperamos de una relación en una única persona: seguridad, satisfacción, sorpresa, novedad, seguridad, comprensión, apoyo, pasión …
Que una relación funcione, tiene que ver con el hecho que todas las personas implicadas disfruten y encuentren lo que esperan de una relación. Sin sufrimiento, dolor ni abuso. Se trata de compartir intereses, sin forzar ni obligar de ninguna forma.
Una de las preguntas más comunes, es querer saber qué tipo de relaciones poliamorosas existen. A pesar de los múltiples nombres y etiquetas que se les puede poner, el concepto de jerarquía es común a todos:
- Poliamor jerárquico: existe una relación principal y las otras relaciones son secundarias. La principal cuenta con una serie de privilegios o trato prioritario por encima de las otras. Un ejemplo seria tener un hijo en común o vivir con la primaria, pero no con las secundarias.
- Poliamor no jerárquico: al contrario que el jerárquico. Aquí todas las relaciones tienen los mismos privilegios y prioridades.
No existe una estructura base para una relación poliamorosa, sino que son las personas implicadas quiénes la definen. Dependerá de cómo se pacte la exclusividad, la orientación sexual, con quien se quiera compartir los diferentes proyectos personales, el compromiso de permanencia y nivel de implicación …
Puede parecer complicado. Y seguramente lo es, pero más que buscar hacer las cosas fáciles o vivir de una manera corriente, se busca sentirse completo y satisfecho con las opciones que se escogen. Es más: es escoger de manera consciente con quien te quieres relacionar y de qué manera.
Crear una red de relaciones íntimas con sinceridad, complicidad y compromiso, puede ser lo que tú deseas y necesitas para disfrutar del amor y la sexualidad como realmente lo quieres hacer.
Ten en cuenta que es una opción que se debe tomar con pleno conocimiento y sinceridad. El poliamor, igual que una relación swinger o abierta, no es nada recomendable plantearla cuando la relación no está funcionando o estáis pasando una crisis. Es necesario ser muy consciente de las motivaciones e intenciones que se persiguen planteando este tipo de relación o cualquier otra.
Las relaciones no monógamas y sexualidades alternativas plantean muchos debates, dudas y juicios. Pero lo más importante es que seas coherente y consecuente con lo que sientes y esperas de las relaciones.
El poliamor no va de promiscuidad ni de personas inseguras o con miedo al compromiso. Todo lo contrario: la seguridad en un mismo y el compromiso son fundamentales.
Piensa en como las diferentes opciones que puedes conocer pueden encajar en tu forma de vivir y pensar. Es como conseguirás ser feliz de la manera que tú lo quieres llegar a ser.
¡Pasa a la acción!
Piensa en cuál es tu relación afectiva y sexual ideal. ¿Qué quieres que te aporte y que quieres aportar? ¿Cuánta atención necesitas y esperas ofrecer? ¿De qué manera harías que formara parte de tu vida cotidiana? ¿De qué manera te planteas compartir la afectividad y sexualidad con otras personas? Define tus límites y posibilidades en esta relación.
